El clásico malvavisco, conocido por los antiguos chefs griegos, contiene puré de frutas (normalmente puré de manzana), azúcar y clara de huevo. Todos estos componentes se baten a fondo hasta que se forme una masa homogénea con una gran cantidad de burbujas de aire. Después de esto, la mezcla resultante se calienta y se le agrega una sustancia gelatinosa: agar-agar. Después de enfriar, el producto resulta bastante aireado, jugoso y elástico.